Después de descender del bosque de Lulang, un trayecto de 10 kilómetros en coche lleva al pueblo de Lulang, situado a una altitud de 3.280 metros. Este pintoresco pueblo está formado por construcciones tibetanas en rojo y blanco, con un aire que recuerda a las ciudades acuáticas del sur de China. A lo lejos se alzan majestuosas montañas bajo un cielo inmenso, mientras un ancho río fluye ante los ojos del visitante. Lulang fue construido junto al agua, donde bosques, praderas y aldeas se complementan entre sí. La arquitectura artística se funde a la perfección con la naturaleza mística, pareciendo un castillo de ensueño. En primavera florecen las montañas, en verano los árboles brindan sombra, en otoño el paisaje se tiñe de tonos cálidos, y en invierno el cielo azul se refleja en aguas cristalinas; cada estación es como una pintura viva. La aldea de Zhaxigang, en Lulang, merece una visita. A unos 80 kilómetros de la ciudad de Bayi, está llena de cantos de aves y flores, con encantadoras casas de huéspedes bien decoradas. En otoño, el pueblo se ve rodeado por campos dorados de trigo.