Calle Barkhor|Ruta de Peregrinación y Corazón Cultural del Casco Antiguo de Lhasa

La Calle Barkhor, también conocida como “Calle Bajiao”, es una parada imprescindible en Lhasa. La calle rodea el Templo Jokhang, un santuario de más de 1.300 años que ocupa un lugar central en el budismo tibetano.

Frente al templo, miles de peregrinos se postran en oración, llenando por completo la plaza. Es un lugar donde se respira la devoción espiritual y la esencia viva de la cultura tibetana.

La Calle Barkhor, también conocida como “Calle Bajiao”, es una parada imprescindible en Lhasa. La calle rodea el Templo Jokhang, un santuario de más de 1.300 años que ocupa un lugar central en el budismo tibetano.

Frente al templo, miles de peregrinos se postran en oración, llenando por completo la plaza. Es un lugar donde se respira la devoción espiritual y la esencia viva de la cultura tibetana.

Contempla el sagrado Templo de Jokhang: los molinos de oración dorados en su tejado brillan intensamente bajo la luz del sol. En las bulliciosas calles que lo rodean, se agolpan multitudes de fieles budistas que vienen en peregrinación. Algunos recitan mantras, otros juntan las manos en señal de oración hacia el cielo, otros hacen girar sus molinos de oración, y muchos se postran completamente en el ardiente suelo como muestra de devoción profunda.

Los peregrinos realizan una circunvalación completa alrededor del Templo de Jokhang, siguiendo el recorrido tradicional que pasa por la calle Barkhor. Existen tres rutas principales de peregrinación (kora) que rodean el Palacio de Potala y el Templo de Jokhang, siendo la calle Barkhor una de ellas.

Paseando por la Calle Barkhor, verás edificios con el inconfundible estilo tibetano: paredes blancas y tejados rojos. Si te sientes cansado, entra en una casa de té local, donde te servirán un reconfortante té dulce tibetano recién hecho.

Sentado en un banco largo, escuchando las historias de los lugareños, sentirás que el tiempo se detiene, permitiéndote vivir de cerca la calidez humana y el ritmo cotidiano de la vieja Lhasa.

Descansa un momento y vuelve a caminar con los peregrinos. Tras completar el círculo, regresas al punto de partida —como si nada hubiera pasado. (El camino del alma, como la vida, siempre vuelve a su origen.)

Itinerario personalizado +44 7785 905065 [email protected]